martes, 4 de mayo de 2010

Hablemos de las presidenciables (Parte II)

Mockus es el candidato que tiene la bandera de la lucha contra la corrupción. Dice León Valencia en su columna de este próximo miércoles en El Tiempo, que el candidato de la Ola Verde “ha dedicado sus últimos seis años a caminar pueblos y ciudades haciendo talleres y seminarios con la obsesión de sacar al país de la cultura del atajo y de la consigna de que todo se vale…”. Este se ha convertido sin duda en la marca registrada, en el slogan y el mensaje central de su campaña.

Loable objetivo. Pero a mi parecer realmente mal enfocado. Lo que entre líneas está sugiriendo el candidato Mockus es que los colombianos tienen tendencias a saltarse la legalidad porque así les place. Lo que entre líneas dice es que a través del ejemplo y otras señales de carácter pedagógico se erradicará esa infame tendencia de los colombianos a considerar que todo vale.

Loable objetivo e interesante forma. Pero gobernar en una democracia, cualquiera que sea esta, hasta en una imperfecta como la colombiana, consiste en el arte de lo posible. El pragmatismo es una cualidad necesaria y eficiente que muchas veces es criticada y confundida como ausencia de principios.

¿Se habrá preguntado el candidato Mockus si los altos niveles de corrupción existentes en este país, se deben en buena parte a un andamiaje institucional que entrega incentivos a los ciudadanos de a pié, a los funcionarios públicos y a los empresarios del país, para que se comporten de manera podrida?

¿Y se habrá preguntado el candidato Mockus si de verdad será suficiente para reducir las prácticas corruptas, con los ejercicios pedagógicos, que sin duda alguna serían estimulantes y creativos, pero ciertamente limitados en sus alcances?

La política y el gobierno consisten en el arte de lo posible. En esta democracia, mal que bien, sabemos que es a través del Congreso de la República que tendrán que pasar las verdaderas transformaciones (aquello del andamiaje institucional).

¿Se habrán preguntado Antanas Mockus y su ola verde, cómo van a pasar ese “pequeño” escollo que es el Congreso?

Que no tenga mayorías es irrelevante. ¿Se acuerdan de un tal Álvaro Uribe Vélez por allá en mayo de 2002 cuando salió Presidente de la República y no tenía partido y lo que es más importante, no tenía mayorías, ni siquiera incipientes, en el Congreso? Las armó y todos sabemos cómo, porque la política es el arte de lo posible.

¿Se imaginan a Mockus negociando con el Congreso de Colombia, al que no puede saltarse fácilmente tal como se saltaba al Concejo Distrital?

¿Se lo imaginan?