Las
elecciones del pasado martes en los Estados Unidos dejaron ganadores y
perdedores, más allá de los evidentes y contundentes resultados. Entre los
perdedores, podría decirse que nos encontramos buena parte de los analistas de
este tipo de eventos.
Ha
sido resaltado en múltiples medios y comentarios que esta fue una elección
marcada por los “nerds”, pero no los de las ciencias humanas, sino de las
ciencias puras, como por ejemplo las matemáticas. Personajes como Nate Silver
que con su blog 538 en el New York Times
predijo los resultados en la totalidad de los 50 estados y que desde hace
varias semanas atrás dio una probabilidad de triunfo para el presidente Obama
superior al 70%, el fin de semana anterior la tasaba en un escalofriante 91%,
deben llamara a la reflexión a quienes nos aventuramos a comentar sobre este
tipo de competencias electorales, sin dar mayor uso a los números.
Igualmente
es un llamado de atención para los medios y sus comentaristas. Quizás no va a ser
tan necesario en el futuro contratar un pull
de expertos con gran experiencia en la vida política, bien sea como
protagonistas o analistas, para analizar y comentar estos eventos. “Sencillamente”
se necesitará el acompañamiento de genios matemáticos capaces de crear modelos
de predicción que sean alta y escalofriantemente exactos.
Las
elecciones en Colombia en 2014 pueden ser un laboratorio interesante para
ensayar estas metodologías. De alguna manera, estas aventuras democráticas que
son consideradas no por pocos como fascinantes y emocionantes, irán a perder o
reducir significativamente este aspecto, pero todo sea por la loable meta de obtener
mayor objetividad y rigurosidad en las opiniones, logrando que sean menos
intuitivas y por sobre todo, menos partidistas, que se realizan para tratar de orientar
a la opinión pública.
En
todo caso, no es que el análisis político tradicional se haya agotado,
simplemente deberá adaptarse a unas nuevas realidades que conllevan el uso de nuevas
y exactas herramientas.
Entonces,
¡a echar número!, queridos politologistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario