martes, 16 de octubre de 2012

Falcainha

Falcainha y no Falcaldada como podría ser en buen castizo (creo que buen castizo) porque suena preocupantemente a alcaldada que es cuando los gobernantes de turno cometen arbitrariedades, no en nombre del bien común o el bien superior, sino en nombre de la necedad o simplemente de la pura y llana idiotez. 

Con ella, la Falcainha, me refiero a ese jugadita que termina en gol, con la que Radamel Falcao García, el nueve que juega hoy para el Atlético de Madrid español, ¿quién sabe hasta cuándo?, nos está acostumbrando a los colombianos y a los amantes del futbol. O podría decirse malacostumbrando, algo para lo que ambas categorías humanas, somos muy aptos de hacer.  

Recibe la pelota en una esquina del área, la controla, tenga o no tenga marca, engancha con una pierna y amaga, por lo menos al arquero, y con la otra mete una especie de globito, pero no de esos que salen desinflados, sino uno que tiene colocación y suficiente potencia para vencer al equipo contrario. Y ¡pum! ¡Basta! fue gol. 

Se la hizo al bonito e inspirador Bilbao de Bielsa en la final de "la otra mitad de la gloria" del viejo continente, la UEFA Europa League. Después de unos mesesitos, cuando escasamente arrancaba la actual temporada, se la aplicó tal cual al multimillonario y valiente Chelsea de Abramóvich en la Supercopa de Europa, y el viernes pasado la hizo, yo me atrevería a decir que dos veces, pero para no polemizar mucho, la hizo en el primer gol que le metió a la desabrida y triste seleción del Paraguay, en juego por las eliminatorias al mundial de Brasil 2014.  

Ya se oyen voces hablando de los merecimientos de Falcao para disputar, y hasta ganar el Balón de Oro de este año, el Premio Nobel del futbol. No solo por estas falcainhas, ya en minúsculas porque yo digo que toca acuñar este término tal como "la chilena" y "el olímpico" y "la rabona", sino por su rendimiento total en el campo de juego. Goles, entrega, disciplina, genialidad y también, porqué no, lo que hace por fuera de ellas. Es un señor. Una amiga (wink-wink) me dice que toca peluquiarlo, pero ¿qué se le hace? Al nueve le gusta así y así juega lo que juega.

Pero la cosa es de pa' arriba. A la final del Balón de Oro llegan tres. Messi que es el mejor de la historia, CR7 que es un atleta y un "entertainer", como al mismo le gusta describirse, e  Iniesta que es "el" cerebro. Esa es la competencia. A Falcao le toca mantaner el ritmo que lleva desde comienzo de la 2012-2013. 15 goles en 10 partidos oficiales. Y le toca porque el record en goles de Messi desde enero de 2012, fecha de inicio que evalua el galardón, es superior al de Falcao. Y también le toca, pienso yo, inventarse otra jugadita además de la falcainha o dejar a su mujer y cuadrarse a Sofía Vergara para superar a CR7, el "entertainer". Y tambén le toca ganarse algo como una copita continental como la que Iniesta se ganó este año con España. 

Por todo eso es que está de pa' arriba. No es imposible porque el futbol se caracteriza por impredecible y porque muchas, muchas veces, pasa precisamente lo imposible. Pero entonces, acá en Colombia y en el Atlétic hagamos fuerza porque se imponga la Falcainha y si no pasa de ahí, pues muy bien gracias, todo muy bonito y muy chévere. Ya lo hecho por Falcao es brillante.  

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